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PINTURAS DE LA IGLESIA DE SAN CORNELIO Y SAN CIPRIANO

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Nos encontramos ante una de las pinturas de estilo gótico más importantes de la provincia de la provincia de Palencia, se encuentra en la iglesia de San Cornelio y San Cipriano de San Cebrián de Mudá , en pleno corazón de la montaña palentina.

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Si dividimos la pintura en tres pisos, podemos observar tres bandas bien diferenciadas y que representan escenas diferentes.

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En la primera, se representa la “la última cena”, momento en el que Jesucristo se reunió con los doce apóstoles por última vez, y a quienes encomendó predicar el cristianismo “urbi et orbi”. Podemos apreciar como sobre la mesa hay panes y peces, que simbolizan el milagro que Jesús hizo, multiplicándolos para que el pueblo no pasara hambre. También se puede ver que sobre la mano de Cristo hay un cáliz que representa la Eucaristía, que a día de hoy no ha cambiado. Su otra mano está en posición de bendecir.

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En esta banda podemos ver algunas de las características de la pintura gótica, como es el interés por narrar y mostrar un hecho religioso, en este caso por ser pinturas encargadas por la Iglesia. La pintura denota cierto realismo y movimiento que se aprecia en los apóstoles, que se comunican entre sí y tienen posturas variadas, además de tener rostros distintos. No obstante, el discípulo amado, Juan, aparece recostado sobre la mesa en vez de sobre Jesús, en una postura muy forzada. La perspectiva no está bien lograda ya que la mesa parece fundamentalmente en su parte superior. Cada apóstol está delimitado por un marco, detrás, y la figura de Jesús es la única que mira al frente, destacando así su importancia.

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En la segunda banda, se representa la Pasión de Cristo, es decir, ofrece a los fieles la visión de lo que sufrió cargando con la cruz y siendo azotado, simbolizando que él sufrió por nosotros. Frente al Románico, el Gótico, en pintura, humaniza los gestos y las expresiones de los personajes como podemos observar en esta parte en la que Jesús expresa el dolor al cargar con la cruz, yendo agachado por el cansancio, o flexionándose por el dolor de ser azotado.

Las pinturas de esta banda carecen de fondo, dando así mayor protagonismo a la escena y a su mensaje religioso.

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En la última banda, se representa a Jesús en el pasaje de la oración, donde mientras él reza los apóstoles duermen. La escena sí tiene en este caso un fondo que ayuda a identificar el pasaje, ya que es el de la oración en el Huerto.

Se trata de una obra pictórica realizada al fresco, sobre uno de los muros de la iglesia, que está coronado por un arco, seguramente fajón, y apuntado. Algo muy característico del Gótico.

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Todo el conjunto pictórico narra escenas de la vida de Jesucristo, al igual que en el Románico. Sin embargo, lo hace de forma diferente, pasa de la rigidez y la inexpresividad de las figuras del Románico, al naturalismo y expresividad del Gótico, aunque el tema en ambos movimientos artísticos será en su práctica totalidad religioso. También destacar que en estas pinturas predomina el dibujo sobre el color.

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El arte gótico surge en Francia y se da en Europa entre los siglos XIII, XIV y XV, trae consigo novedades y diferencias con respecto al movimiento anterior, el Románico, como son el interés por representar temas religiosos pero profundizando en la belleza y la proporción, en la perspectiva y el fondo, la humanización y la naturalización en personajes.

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