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BUSTOS ROMANOS DE BECERRIL DE CAMPOS. PALENCIA

 

Nos encontramos ante una de las obras de arte romano más importantes halladas en la provincia de Palencia y que, actualmente, se encuentra en el Museo Arqueológico de la capital palentina, en la casa del Cordón.


 

Se trata de dos bustos encontrados en un pueblo cercano a Palencia, Becerril de Campos, mientras se hacían tareas de excavación en los años 60 del pasado siglo XX.

 

Nada se sabe acerca de la historia de estas esculturas, ya que fueron encontradas aisladas de cualquier resto arqueológico, sospechándose que representen a los dueños de una posible villa que se ubicaría en dicho lugar.


















 




 

Los dos bustos están realizados en mármol y constituyen una de las obras de escultura más brillantes de la Meseta, probablemente de un mismo escultor. A juzgar por el estilo del peinado están fechados en la última mitad del siglo II d. C., época de los Antoninos.

 

El hombre se encuentra sobre una base cuadrangular a partir de la que se le retrata desde el pecho, que está cubierto por una túnica patricia, ya que seguramente fuese el señor de una villa de la que no nos ha quedado ni rastro. Se pueden apreciar con claridad los pliegues de la túnica con gran detalle, muestra de la pericia del escultor.  El pelo aparece también realizado de una forma muy natural, en este caso un pelo rizado que se une a la barba, esculpido mediante incisiones en la piedra.  El busto presenta una disposición natural, con la cabeza un poco girada hacia la derecha y la mirada algo elevada. La nariz, sin embargo, se ha perdido.

 

En cuanto al busto de la mujer se supone que es la esposa y señora de la villa. También se representa sólo el busto e, igualmente, aparece vestida con una túnica, semejante a la de su marido. Presenta una nariz y unos labios muy detallados. Su pelo aparece ondulado, aunque en la parte delantera aparece suelto llegándose a juntar en la nuca, donde se recoge con un moño.

 

En ambos casos se aprecia un esfuerzo por realizar una representación fiel de ambos personajes, elaborando un retrato realista, una de las características de la escultura romana.

 

Estas esculturas se datan durante el periodo del bajo imperio romano, durante el que se produjo una grave crisis derivada de la falta de mano de obra esclava y el inicio de las invasiones de pueblos de origen germánico desde el norte de Europa. Muchos habitantes de la sociedad hispanorromana, solicitaron refugio a grandes propietarios, a los que cedían sus tierras a cambio de protección, conformándose las grandes villas de este periodo, como la que debió existir en Becerril.

 

Los dos bustos se enmarcan dentro de la escultura romana, en lo que se conoce como retrato realista, un tipo de retrato que tiene su origen en el arte funerario etrusco y en la costumbre romana de hacer moldes de cera de los difuntos, prestando más atención a la realidad que a una idealización de la persona. Los romanos están más preocupados por representar los rasgos individuales de las personas, más que en la búsqueda de la perfección o armonía, en lo que estaban más interesados los griegos.

 

Diego García Carrancio.

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